El pico más alto del mundo, el Everest, es el destino de innumerables escaladores. Unas 6.664 personas han escalado el Everest y, según los datos, cada escalador deja atrás una media de 8 kg de basura. Para un ascenso más suave y un regreso más seguro, los escaladores rara vez traen su basura de vuelta, dejándola toda en las laderas del Everest. El reto de bajar esta basura es monumental, especialmente en la región de la cascada de hielo de Kumbu, conocida por ser peligrosa e inestable, donde los sherpas locales arriesgan sus vidas a diario.

En un esfuerzo por hacer frente a estos desafíos, DJI Delivery, en colaboración con la empresa 8KRAW y con el apoyo local de Nepal, llevó a cabo la primera prueba de entrega con drones en el Everest. Este avance tecnológico supone una potencial revolución en el sector, destinada a minimizar los riesgos durante la travesía del Kumbu Ice Fall.

Los miembros del equipo de alpinismo destacaron la importancia crucial de los drones para reducir los peligros a los que se enfrentan en el Everest. Gracias al uso de drones, fue posible transportar 15 kg de residuos de un campamento a otro, no sólo contribuyendo a la limpieza del Everest, sino también protegiendo la vida de los millones de personas que habitan el Himalaya. No se trata sólo de un hito tecnológico, sino que ejemplifica el compromiso de utilizar la innovación para mejorar la seguridad y proteger el medio ambiente del Everest y sus alrededores.

Entre el 25 de abril y el 1 de mayo, DJI Delivery, con el dron FlyCart30, realizó pruebas de vuelo estacionario, pruebas de transporte en vacío y pruebas de transporte de ida y vuelta con carga en la región meridional del campo base, a una altitud de 5.300 metros y a altitudes superiores. El FC30 demostró su estabilidad al transportar una carga útil de 15 kg de suministros al Campo Base 1, situado a 6.000 metros de altitud. En comparación con los métodos convencionales, que requerirían de 6 a 8 horas de marcha, el FC30 completó la tarea en unos notables 10 minutos, lo que demuestra una reducción significativa del tiempo necesario.

 

Señal fuerte

Durante los preparativos, el equipo de DJI descubrió que algunas partes de la ruta entre el Campo Base y el Campo 1 interferían en la visibilidad del dron. Tras realizar una búsqueda y reposicionar el punto de lanzamiento para evitar las obstrucciones causadas por la montaña, encontraron un lugar con menos interferencias en la señal. Como ocurre con otros drones, la pérdida de señal implica la pérdida de conexión con el mando a distancia.

Sin embargo, planificando una trayectoria de vuelo que continuara incluso tras la pérdida de señal y utilizando un cable con mecanismo de autodesconexión, fue posible transportar la carga al Campo 1. Este problema podría resolverse fácilmente utilizando el modo de funcionamiento dual, en el que un segundo mando se reposiciona a lo largo de la ruta. Pero para estas pruebas, esto implicaba que un piloto experimentado subiera a pie hasta el Campo 1, lo que requiere una licencia de escalada, por lo que no se adoptó este enfoque durante las primeras pruebas de entrega.

Tras una inspección del campamento, se comprobó que el terreno desde el campo 1 hasta la cascada de hielo de Khumbu es relativamente llano, lo que permite hacer recorridos de ida y vuelta rápidamente. Con la ayuda del DJI Mavic 3T, fue posible identificar un punto de destino estable para vuelos de control único en el campamento 1, resolviendo eficazmente el problema de la señal y el control.

Consideraciones finales

Tras las pruebas, se confirmó que el DJI Flycart 30 era capaz de despegar y mantenerse estable incluso en condiciones meteorológicas de -5 °C, soportando vientos de hasta 15 m/s y operando a una altitud de 5.300 metros. El dron alcanzó una altitud máxima de 6.191,88 metros y fue capaz de mantenerse suspendido durante 17 minutos, cubriendo una distancia de 2,7 km con una carga útil de 15 kg. Tras completar el viaje de ida y vuelta, al Flycart 30 aún le quedaba un 43% de batería.

Estos resultados establecen un nuevo récord mundial de transporte a baja altitud y abren nuevas posibilidades. El rendimiento del Flycart 30 en el Everest ha recibido un importante reconocimiento de las autoridades y organizaciones locales y se espera que aporte nuevas soluciones a diversos proyectos comerciales de alpinismo en todo el mundo. El uso del transporte comercial inaugura una nueva era para el alpinismo de gran altitud y las operaciones de rescate.

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